Los motivos que pueden llevar a una persona a convertirse en trabajador por cuenta propia son muy diversos. Sin embargo, en España, uno de los más comunes es la necesidad. Uno de cada cuatro autónomos inicia un negocio por este motivo.
A pesar de que en España el 26% de los autónomos decide dar el paso por necesidad, los portugueses, austriacos y letones se ven todavía más obligados ya que consideran que no tienen otra alternativa. Por lo menos así lo refleja la Encuesta Europea de condiciones Laborales (EUCS).
Según el Banco de España, el empleo autónomo en España es bastante heterogéneo, superando la media de la Unión Europea. Esta situación se da especialmente entre los que no tienen formación académica, o la tienen, pero más básica. En este grupo, el 60% emprende por necesidad, lo cual supone el doble que en Europa.
Dependencia de un único cliente
Además, encontramos enormes diferencias entre países al observar los profesionales autónomos que dependen de un único cliente. En este sentido, las cifras van desde el 3% en los Países Bajos hasta el 40% en Portugal. Sin embargo, en este punto, España está por debajo de la media. Únicamente el 12% de los autónomos depende de un único cliente. Por sectores, la agricultura es el sector que más dependencia genera, con el 40%.
Según indican desde el Banco de España, “La incidencia del empleo no asalariado económicamente dependiente de un sólo cliente es relativamente moderada, respecto a lo que ocurre en otros países europeos”.
Otro de los puntos analizados es la reducción del empleo no asalariado. Este ha notado una reducción causada por la caída del número de trabajadores autónomos. Esta tasa se situó en el 10’9% en 2017. Aun así, esta cifra suponía un punto porcentual por encima de la tasa europea.