Trabajar es mucho más que asistir a tu centro de negocio y mirar unos mails. Para ser un buen trabajador, influye mucho la productividad. Sin embargo, hablando de productividad, los españoles estamos lejos de las cifras de otros países de Europa. Por ello, vamos a ver lo que hacemos mal cada día en el trabajo. ¡A ver si podemos solucionarlo!
Según las cifras proporcionadas por Eurostat en España producimos por valor de 31’5 euros por hora. Los irlandeses lo hacen con 61’1 euros y nuestros vecinos los franceses se encuentran alrededor de los 50. Lo peor es que hemos identificado muy bien cuáles son esos errores. Sin embargo, aunque cada vez se practican menos, hay muchas personas que se niegan a abandonar estos hábitos. Vamos a ver cuáles son los errores más comunes que hacen que seamos menos productivos.
Errores que realizamos cada día en el trabajo
En España somos muy sociales y eso es algo que nos distingue y nos hace especiales. Sin embargo, socializar más de lo normal hace que seamos poco productivos. Por normativa tenemos 20 minutos de descanso. Extender la socialización más de este tiempo hace que se acumule el trabajo y, lógicamente, tengamos que salir más tarde.
Otro grave problema viene de la mano de los horarios de comida. Las empresas dan demasiada pausa para la comida. Lo máximo debería ser hora y media. En ese tiempo, tiene que dar tiempo a comer de sobra. Es importante abandonar esas comilonas de dos horas que no hacen más que retrasar el trabajo. Si bien es cierto que cada vez son menos comunes, todavía se pueden apreciar. Sin embargo, el lado opuesto tampoco es beneficioso. De nada sirve comer mientras seguimos trabajando. Es necesario respetar las pausas y hacer descansos para seguir siendo productivos.
Entre otros errores que se cometen bastante en el trabajo encontramos ‘dar siempre la razón al jefe’ y ‘hacer constantemente la pelota’. Si no estás de acuerdo con alguna situación, lo mejor es que lo digas. Evita dar la razón por miedo a represalias.
Parece que otro error bastante extendido es el de irnos detrás del jefe. Esto tiene un nombre: presentismo, y es todo lo contrario del absentismo. Parece que nos da miedo irnos a nuestra hora si el jefe todavía se encuentra en la oficina. Somos uno de los países que más horas pasa en el entorno laboral y, sin embargo, nuestra productividad no es tan alta. No importa el tiempo sino cómo lo utilices. Si tu jornada ha terminado, vete. Aunque tu jefe siga ahí.
Las reuniones demasiado largas son otro de los graves problemas. Si la reunión no tiene nada que ver con un departamento, no lo llames. Del mismo modo, debe haber un objetivo. Una vez se haya alcanzado, termina la reunión.
Estos errores son algunos de los responsables de que seamos menos productivos que muchos otros países. ¡Y es fácil ponerle solución!