Según el último informe de Adecco, el emprendimiento en las mujeres creció un 1,2 %. Además, según la Federación Nacional de Asociaciones de trabajadores de Autónomos, el ritmo de creación de empleo autónomo femenino en el primer trimestre de 2014 es más positivo que el de los varones, siendo el doble al registrado por estos.
El año 2008 no solo marcó un antes y un después en el panorama económico y social, sino que sus efectos han cambiado radicalmente el mundo laboral, que ahora se presenta complicado y en constate cambio. En este contexto, los últimos datos reflejados en el último informe de Adecco y en el estudio de la Federación Nacional de Asociaciones de trabajadores de Autónomos, muestran a la mujer emprendedora española como el motor de la recuperación económica.
Si bien el pasado año acabó con la pérdida de 215.500 empleos femeninos respecto al año anterior, las mujeres han encontrado en el emprendimiento una manera de anteponerse a la difícil situación, de hecho el número de mujeres emprendedoras creció el año pasado en 11.400 mujeres (+1,2 %) según Adecco.
Laura Hernández, una emprendedora madre de familia que actualmente es responsable de INITIA BUSINESS CENTER, nos cuenta su experiencia después de una década regentando su propio negocio. “Definitivamente sí se puede decir que se ha constatado un cambio en la predisposición: cada vez se ven más mujeres emprendedoras que deciden combatir el contexto económico y afrontar la situación como una gran oportunidad para empezar algo nuevo y propio”.
Además, según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores de Autónomos, el ritmo de creación de empleo autónomo femenino en el primer trimestre de 2014 es más positivo que el de los varones, mientras el número de negocios regentados por mujeres creció un +0,5 % en los tres primeros meses del año, el número de autónomos varones únicamente aumentó un +0,2 %.
“A pesar de que nuestra incorporación al mundo emprendedor ha sido más pausada y menos intensa, ahora se percibe que la tendencia ha cambiado. En los últimos años en el centro de negocios el número de mujeres que asumen un reto y un negocio propio ha incrementado bastante”. Aclara la responsable de INITIA BUSINESS CENTER
Sin embargo, este aumento de emprendedoras autónomas contrasta con el descenso de las emprendedoras con asalariados en 8.200 menos, lo que supone un -3 %. Igualmente disiente el declive del número de mujeres contratadas con 218.300 puestos menos. “En cierto modo es lógico. Hoy en día es difícil tener los recursos y la estabilidad y bonanza económica para sostener un negocio y mantener unos trabajadores, sin embargo, estamos más preparadas para asumir riesgos y pasar a formar parte activa del tejido empresarial español, que se fundamenta principalmente en las pymes”.
La participación masculina en el entramado laboral sigue siendo notable, pero la creciente relevancia de la mujer en el mercado de trabajo y su actual formación, que en la mayoría de los perfiles profesionales de entre 35 y 44 años ha cursado estudios superiores, abre una ventana ante el desempleo, “Nos enfrentamos al desafío de emprender como una solución al paro. En ocasiones se trata de verdadero espíritu de ‘entrepreneurship’, en otros casos sin embargo no hay vocación, es pura necesidad y armas de supervivencia”. Comenta Laura.
Realmente se trata de una tarea ardua, ya que las barreras y la propia dinámica del mercado interno, la falta de programas que apoyen iniciativas por parte de organismos superiores y en la mayoría de los casos, los propios miedos, son factores que pesan a la hora de lanzarse al universo empresarial .
“Cuando decides dar el paso y por ende apuestas por tu idea, tienes que saber que no va a ser fácil y que vas a tener que aprender a convivir con el temor constante. No solo se trata del desasosiego ante la idea de que, en mi caso, Initia BC saliese bien, sino el pavor ante la idea de mantener el equilibrio. Perder los ahorros invertidos, controlar la frustración ante ciertos chascos o la necesidad de reinventarse son algunas de las ideas que a todo nuevo empresario le han quitado el sueño…” asegura Laura Hernández.
Sin embargo “si no se doblega tu voluntad, y aprendes a manejar la impaciencia, te das cuenta de que desarrollas habilidades y destrezas que no creías que tenías: la creatividad para conseguir que un niño coma, la improvisación y naturalidad para lidiar con esos imprevistos caseros y la eficacia para solucionar cualquier conflicto entre hermanos, son cualidades que toda buena emprendedora aprende en su casa y utiliza en su empresa”.
No solo es posible, la mujer emprendedora como el motor de la recuperación económica ya es una realidad, los últimos datos reflejados y casos como el de Laura Hernández lo confirman.
