Cada persona y cada empresa tiene su propia forma de trabajo. Sin embargo, para poder llegar a objetivos es necesario ser productivos en nuestro horario laboral. Aunque pueda parecer lo contrario, el entorno de trabajo influye directamente en la productividad. Una oficina con un ambiente confortable y bien equipada puede ayudar a que los trabajadores se encuentren con mejor estado de ánimo y, por tanto, influir de forma directa en su productividad.
Por ello, es importante gestionar y controlar adecuadamente todos aquellos factores que influyen en nuestro entorno de trabajo y, por tanto, en nuestra forma de trabajar. Un profesional necesita un entorno cómodo, que incite a la concentración. Tiene que sentirse a gusto y poder estar tranquilo. Un entorno de trabajo cómodo y adecuado ayuda a aumentar la productividad a la vez que disminuye la rotación y el absentismo. Por ello, no es de extrañar que grandes corporaciones estén comenzando a crear espacios de trabajo con instalaciones que motiven a los empleados: una sala de videojuegos, espacios verdes, futbolines, sofás, salas de restauración… Todos estos espacios y complementos aumentan la concentración y facilitan la cultura colaborativa. Hacen que los empleados se sientan más identificados con la misión y valores de la organización. ¡Es todo un acierto!
Factores que influyen en el entorno de trabajo
Mejorar la productividad de la empresa comienza por mejorar el entorno de trabajo en el que se mueven los empleados. Existen varios factores que influyen directamente en la comodidad de una organización.
- Nivel de ruido. Para tener un entorno de trabajo productivo necesitamos una oficina poco ruidosa. Un entorno con exceso de ruido exterior hace que sea imposible la concentración. Por esto, a la hora de elegir un centro de negocios, debemos asegurarnos que este se encuentra bien aislado acústicamente para evitar la desconcentración de los trabajadores.
- La calidad del aire es otro factor importante a tener en cuenta y muchas veces lo dejamos pasar. Si el aire se encuentra viciado, puede resultar realmente incómodo trabajar. Es necesario que la ventilación del espacio sea idónea evitando una sobrecarga del mismo.
- La temperatura de la sala. Para que un entorno de trabajo sea cómodo debe tener una buena climatización. Un exceso de frío o de calor provocará en los trabajadores dolores de cabeza y sensación de saturación, por lo que la productividad disminuirá.
- La iluminación puede ser uno de los elementos más importantes a tener en cuenta. La luz natural es mucho mejor que la artificial. Por eso, buscar un despacho que cuente con una buena iluminación es siempre una buena idea. Además de la luz natural, es preciso tener en cuenta las pantallas de ordenador y la luz artificial que se vaya a utilizar.
- Las oficinas funcionales y con buen diseño incitan a la concentración. Prueba a crear espacios colaborativos, en lugar de tener despachos aislados. Si la oficina no es cómoda y está bien distribuida, los empleados no se sentirán a gusto.
La idea es lograr que los trabajadores no vean estos espacios como un lugar tedioso al que acudir sino más bien como un sitio cómodo donde desarrollar su actividad profesional.