Flexibilidad el concepto clave del siglo XXI
Las empresas, ahora mismo más que nunca, necesitan flexibilidad y adaptación para sobrevivir a los nuevos tiempos, cambiantes por razones que nunca habíamos pensado vivir pero que nos abren la mente a que muchas cosas pueden suceder en cada momento y nuestro negocio debe adaptarse a ellas o desaparecer.
Las empresas, en la actualidad, pueden tener situaciones con sus empleados y con el producto o servicio que ofrecen, que nunca antes se había planteado como tal. Son tiempos en los que los trabajos virtuales que se llevan a cabo con un ordenador y poco más han dejado atrás las grandes empresas y factorías que empleaban a miles de personas. Evidentemente hay sectores que siguen siendo, al menos de momento, imposible de transformar en algo menos presencial o con menor número de trabajadores, pero cada vez están mas reducidas a los sectores industriales propiamente dichos como fábricas, astilleros, siderurgias etc que siguen respondiendo a un patrón de industrialización similar al que las puso en marcha a finales del S.XIX (evidentemente, con las diferencias tecnológicas abismales con respecto a las iniciales, pero no mucha diferencia en cuanto al modelo).
En el resto de las opciones se encuentran multitud de empresas o proyectos profesionales, que se llevan a cabo desde una mesa con un ordenador.
¿Es buena idea trabajar desde casa o en un café?
Con modelos que hemos visto en las series de televisión americanas y películas, durante un tiempo hemos pensado, que los proyectos empresariales y la jornada de trabajo se podía llevar a cabo desde nuestra propia casa, o desde una mesa que podíamos ocupar durante toda la mañana en un gran café de moda con grandes vasos de café a precios desorbitados en los que ya está incluida la «ocupación por largo tiempo» de los espacios . Pero, realmente, cuando hemos intentado llevarlo a cabo no era tan sencillo como nos mostraban las publicidades o las imágenes de series de ficción.
Un café, está muy bien para charlar un rato con los amigos, incluso para, de una manera esporádica, aprovechar el tiempo para consultar correo electrónico, escribir algún texto o pequeñas cosas que hacer, por ejemplo entre otras reuniones o actividades planificadas, pero cuando se trata del trabajo diario el tema es diferente.
En cuanto a trabajar desde casa, aunque, en principio puede parecer una opción perfecta, nada más lejos de la realidad. Tanto para la imagen profesional (que podría solucionarse con el alquiler de una sala de reuniones) como para la eficiencia en nuestro trabajo y el tiempo que dedicamos a él. Lo de trabajar desde casa es muy atrayente desde la idea bucólica de levantarse y «trabajar en pijama» «desde la terraza o el sofá», pero cuando lo hemos hecho unas cuantas veces, nos damos cuenta de los problemas que supone el no separar nuestras facetas laborales y personales. El rendimiento baja, sobre todo por la dificultad para concentrarse, al tener un montón de estímulos y obligaciones de nuestra faceta personal que nos distraen. El resultado son jornadas interminables de trabajo para intentar «compensar» el tiempo que dedicamos a otras cosas que, supuestamente, habíamos pensado que nos harían el trabajo más sencillo.
Las idas y venidas del mundo personal al laboral no son aconsejables y desde luego no favorecen el rendimiento, y que nuestras jornadas sean lo más productivas posibles, acortando nuestro horario laboral y permitiéndonos tener más tiempo libre, pero libre de verdad, no libre porque trabajamos en casa.
El coste de tener un despacho propio
Durante mucho tiempo el tener un despacho propio no estaba al alcance de todo el mundo. Proyectos pequeños o empresas con varias sedes o negocios en varios lugares del país, no podían permitirse el lujo de tener alquilados despachos propios en cada ciudad donde tuvieran clientes u oportunidades de tenerlos. Alquilar un despacho en zonas de la Comunidad de Madrid como Pozuelo, Moncloa, Somosaguas, Monteprincipe, Boadilla del Monte, Majadahonda o Las Rozas podía salir de la mayoría de los presupuestos de empresas y autónomos.
Para llenar este hueco han llegado espacios como Innitia Business Center que ponen a disposición de empresas y autónomos despachos en alquiler en la mejor zona de la Comunidad de Madrid, en Pozuelo, bien comunicado con el centro y a mano de la zona empresarial de Majadahonda o las Rozas , la zona universitaria de Somosaguas o Montepríncipe. Con un precio muy inferior al de tener un despacho propio y la ventaja de tener todos los servicios necesarios incluidos, según la tarifa elegida, pues se adaptan a las necesidades de cada cliente: luz, internet, número de teléfono, recepción de llamadas, domiciliación fiscal, limpieza, seguridad en el edificio, recepción de paquetería y correo, uso de sala de reuniones …
El alquiler de despachos en un centro como Innita Business Center es, sin duda, una opción a valorar frente a los tradicionales despachos individuales.