Se acaba agosto y con él el mes del año en el que más españoles deciden irse de vacaciones. La falta de horarios y rutinas, dormir hasta que el cuerpo no pueda más y acostarnos tarde son algunas de las cosas que solemos cambiar de nuestro día a día. Con la llegada de septiembre llega la vuelta al trabajo y con ella a la rutina: madrugones, acostarse antes, el colegio de los niños, la jornada completa, el gimnasio… Volvemos al día a día y a nuestras responsabilidades. Volvemos a los horarios. Esto supone un choque para nuestra mente que se puede traducir en el conocido ‘síndrome postvacacional’.
El síndrome postvacacional en cifras
El síndrome postvacacional afecta a 4 de cada 10 españoles. Una división del Grupo Adecco, Lee Hecht Harrison, ha realizado una encuesta que muestra qué es el síndrome postvacacional. Para ello ha entrevistado a más de 1000 trabajadores españoles.
Los datos reflejan que el 41% de los encuestados tiene o tendrá síndrome postvacacional al incorporarse al trabajo. Esta cifra es 4 puntos porcentuales mayor que el año anterior, que estaba en el 37%. El 59% restante, aunque no padecerá esta ‘depresión’ sí que sufrirá cuadros de fatiga y estrés, aunque no llegará a considerarse depresión postvacacional. Sentirán una complicada adaptación al orden y a la rutina tras varios días de desconexión.
Por qué surge el síndrome postvacacional
Entre los factores que contribuyen a la aparición del síndrome postvacacional encontramos, además de la vuelta a la rutina y el trabajo, las malas relaciones con los compañeros, las tareas repetitivas y jefes poco motivadores.
Por ello, tener un ambiente laboral adecuado es esencial para evitar los efectos de la vuelta al trabajo. Un correcto ambiente hace que sea más sencillo el periodo de adaptación. Si el periodo es negativo, el trabajador se encontrará con mayores dificultades. Las personas más propensas a sufrir depresión postvacacional son los trabajadores que tienen una menor tolerancia a la frustración y los que disfrutan de largas vacaciones. Eso sin contar aquellos que vuelven a un lugar de trabajo complicado con un ambiente negativo.
Además, este síndrome suele afectar más en los países donde los trabajadores disfrutan de largos periodos vacacionales. Por ejemplo, en España, donde el mayor número de vacaciones se concentra entre los meses de verano. A pesar de que no somos el país que tiene más días de vacaciones, sí que tenemos tendencia a aglutinarlos más. En España tenemos un mínimo de 22 días laborables de vacaciones remuneradas al año. En países como Finlandia o Francia la cifra asciende a 30.
Síntomas del síndrome postvacacional y cómo prevenirlo
Entre los síntomas más habituales encontramos la apatía, cansancio, falta de energía, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, nerviosismo, estrés e incluso tristeza. En los casos más graves el trabajador puede terminar sufriendo depresión y ataques de ansiedad, dolor de cabeza y malestar general.
La duración de los síntomas puede ir desde los casos más leves (2 o 3 días) hasta los más graves, que pueden durar meses. Lo habitual es que los síntomas se alarguen un par de semanas.
Además, es posible prevenir en la mayoría de los casos. La idea es tratar de volver al horario de sueño habitual antes de volver a la rutina. También es recomendable volver de las vacaciones un par de días antes de volver al trabajo y dividir las vacaciones a lo largo del año para no acumular largos periodos vacacionales.
Es muy importante que los trabajadores se reincorporen con una actitud positiva, sin pensar en una carga excesiva para evitar agobios y estrés innecesarios.
